Solo es necesario abrirse para ver las luces y colores de la vida
A punto de tomar un bus para llegar a casa, me doy cuenta cuan afortunados somos de observar el contraste del avance urbano y la majestuosidad del Illimani y Mururata.
Yo recuerdo los días que en al pie de un poste de luz jugábamos un partido de futbol, como han cambiado las cosas en poco tiempo…
Cuantas personas suben y bajan de un bus, entre miradas al reloj y la lentitud del tráfico se pierde las imágenes humanas de las conversaciones, del juego de luces, los rostros…
¡Es hora, a casa para ver la tele y a la familia! Rutina seguida por la luna y las estrellas…
Espiados por edificios y albergados por plazas cómplices las parejas reviven paso a paso los eternos ritos de cortejo de los enamorados o las conversaciones de vivencias y experiencias de los amigos…
Con la ilusión de llegar a casa solo espero que los minutos pasen…
…tu vanidad me hace reír, tal vez mañana tendrás que llorar… cholita piel de canelaaa… adelante morenada…
Pensión Sajama, mudo testigo de euforias, risas y llantos. ¿Quiénes te visitarían? ¿Quiénes te visitaran?
A balar paceños…
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